Solamente el tiempo dirá si el mundo cambió o no después del Coronavirus. Yo soy más bien pesimista al respecto. Sin embargo, considero que vale la pena dejar un intento de memoria personal sobre estos tiempos, hecha de fragmentos de la vida entre tapabocas y teleconferencias. Y este espacio responde a esa intención: construir un pequeño archivo de textos, dibujos o canciones sobre los mundos explorados desde el confinamiento.
Pretendo que cada uno de los artículos que se presentan a continuación trate un tema diferente, pero el encierro y la rutina seguro harán su efecto; por lo cual lo que aquí encuentre quizá le resulte anecdótico, aburrido, repetitivo y extenso, tal como algunos de los días vividos. Si después de todas estas advertencias igual quiere pasar, guardo la esperanza de que disfrute lo que encuentra.